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Los orígenes de nuestra empresa data al 1865, año en que se fundó Sucesión Serrallés Sociedad Civil, la cual se dedicaba a la producción de caña de azúcar y refinamiento de la misma. Con el pasar de los años, comenzamos a cultivar otros productos agrícolas los cuales diversificaron la empresa y está evolucionó a lo que hoy es Sucesión J. Serrallés Second, Inc.

La Sucesión Juan Serrallés, Inc. está muy presente en la historia de la industria azucarera en el mundo entero, especialmente si se menciona a Puerto Rico y el Caribe. Una familia española que emigró a la costa sur de Borinquen a mediados del siglo 19 e hizo de Ponce su país, siendo capaz de redirigir la economía azucarera local y los alcances de su producción a nivel mundial.

Don Juan Serrallés y su familia

A través del 2015, la Sucesión Juan Serrallés, Inc. conmemora 150 años de vida. Una empresa familiar que contó con un solo norte, el éxito de la producción de azúcarera en un país cuya industria base era la agricultura lo logró, aún vive y se transformó. Este patriarcado comercial inició en el 1865 con la producción de azúcar y miel y dio existencia a otros negocios que hoy día ofrecen vida al país.

Los primeros pasos de la industria azucarera a manos de la familia Serrallés comenzó años antes con la fundación de la Hacienda Mercedita en el 1861, destinada a la siembra y cultivo de caña de azúcar y sus derivados. Mercedita representó una excepción en el proceso de desarrollo de la industria de la azúcar en Puerto Rico porque fue muy próspera ante los embates económicos de la época. Sobrevivió durante más de un siglo.

La Hacienda Mercedita llegó a superar las cinco mil cuerdas de terreno por disfrutar de un contínuo crecimiento en su producción. En sus inicios eran tan sólo 300 cuerdas y ante la necesidad de más espacio para el cultivo de la caña y rieles para transportarla, poco a poco fue adquiriendo más terrenos en la zona. Si se fuera a declarar en estos momentos, su extensión fue desde el sector hoy reconocido como Mercedita en Ponce hasta poco más del Coto Laurel, colindando con tierras adscritas al Municipio de Juana Díaz.

Año tras año, la empresa continuó incorporando maquinarias que mejoraron cada día más su producción final. Esta ventaja en la siembra, elaboración del azúcar y la melaza de la caña permitió la producción de ron, para que los empresarios de la familia Serrallés continuaran ampliando sus alternativas comerciales.

Una vez mecanizada la producción, los dueños de la Hacienda Mercedita adquirieron varias fincas aledañas con la intención de aumentar la cantidad de materia prima en la producción. Estas fueron: Laurel, Fe, Destierro, Bronce, Ponceña y Cintrona.

Tras el fallecimiento de Don Juan en 1897, su viuda doña Mercedes Pérez forjó junto a sus cinco hijos sobrevivientes una sociedad civil, agrícola e industrial, denominado Sucesión J. Serrallés sociedad civil la cual continúa operando hoy día como la Sucesión J. Serrallés, Inc.

Jorge, Julia y Juan Eugenio Serrallés

En el 1926 establecieron la Porto Rican American Sugar Refinery, Inc., primera refinería dedicada a la elaboración del azúcar más blanca en el país y que por más de 50 años produjo la marca Snow White. En el 1949 se constituyó la Central Mercedita para la elaboración de azúcar crudo quienes, a su vez, compraron las acciones de la Porto Rican American Sugar Refinery, Inc., en el 1963. En el 1969 la Sucesión J. Serrallés, Inc. centralizó todas sus operaciones al adquirir las acciones de la Central Mercedita, incluyendo la refinería.

Según narra la historia, la industria azucarera en Puerto Rico fue muy rentable hasta la década de los años 60. Emperó esa merma en la industria provocó a los directivos de la Sucesión J. Serrallés, Inc. añadir una nueva visión empresarial hacia el desarrollo de otros negocios agrícolas y comerciales, ya que el mercado del azúcar iba en descenso.

En Puerto Rico el cultivo de azúcar ha desaparecido, no así la Hacienda Mercedita y la Sucesión J. Serrallés, Inc. Hoy día sus terrenos producen otro tipo de cultivo que engrandece la economía del país ofreciendo alternativas en la mesa del consumidor boricua y extranjero. Sus terrenos albergan cultivos de mango, grama, plantas ornamentales, guineos, palmas y semilleros. Además, algunas de sus fincas son arrendadas por empresas que se dedican a otras producciones agrícolas.

Directamente la Sucesión J. Serrallés, Inc. da vida a los productos agrícolas ornamentales y Gramas del Sur, los cuales se venden en el mercado local y se exportan a las Islas vecinas del Caribe. En un momento dado, la Sucesión tuvo sembrados de vegetales, gandules, plátanos, guineos, ganado y café, entre otros.

En el área de desarrollo comercial no agrícola fundó DIS, Inc., responsable del desarrollo del Cementerio Las Mercedes y los proyectos residenciales: El Monte II, III, IV, Sombras del Real, La Fe I, II, III, Laurel del Sur, Lago Horizonte, Hacienda Juliana, Brisas de Juliana se desarrolla un conglomerado de Ready Mix, agregados, asfalto y construcción; local para Walgreens; un Food Court (fast food); dos correos; Gasolinera Shell & Quick Lube ubicados en el Coto Laurel; Bolera Caribe, Caribe Office Center y dos centros comerciales, también forman parte integral de los alcances de la Sucesión J. Serrallés, Inc. en el mercado comercial no agrícola.

En un momento dado este grupo corporativo promovió otras empresas ya desaparecidas o vendidas, dedicadas a la construcción de viviendas, asperjación, aérea, venta de tractores, grúas ‘lifts’ y manufactura de yerbicidas e insecticidas.

Los negocios han sido dirigidos y supervisados directamente por la familia inmediata que ya asciende a su sexta generación. La Sucesión J. Serrallés, Inc. ha mantenido la visión comercial que Don Juan forjó desde el 1861, cuando dio alas a sus ideas al fundar la Hacienda Mercedita. Esta excelente intención de Don Juan permite hoy festejar más de 150 años de un ciclo familiar incorporado que ha sabido atemperarse a los cambios y mantenerse vivo a través de tantos años.